sábado, 16 de octubre de 2010

SILENCIO INTERIOR



PREGUNTA :
Me gustaria saber ¿ Cómo escuchar y comprender el silencio interior?
Esther , de España.

RESPUESTA:
Este es un tema realmente importante tiene que ver con todo aquello que significa propiamente el camino del Despertar Espiritual. Primero, que nada debe haber paciencia, respeto, humildad y deseo real de amor a la Verdad.

El Silencio interior es el preámbulo necesario en la mística de la adoración espiritual. Esto es lo que significa, el silencio interior: es una Oración de alabanza pero sin palabras.

¿Porqué sin palabras? .Porque ya antes se ha dicho todo entonces llega el momento donde virtualmente nos unimos en la elevación espiritual de la entrega, propiamente dicho. Y el escuchar es literalmente sentir como todo nuestro ser se llena de un gran Amor, siendo que el Amor es propia y pura naturaleza espiritual. Este amor que sentimos es también el Amor que recibimos.

Esa es la forma correcta del entendimiento el de escuchar y sentir en el silencio la presencia del Amor Divino.

Mucho hay sobre este tema pero un paso a la vez nos llevará a la culminación de esta experiencia tan importante en la vida de toda persona que busca la comunión con la Verdad : Dios.


Pintura y Escrito:

Oscar Basurto Carbonell

martes, 5 de octubre de 2010

¿cÓMO ME DESPIDO DE UN AMIGO?


PREGUNTA:
¿Cómo me despido de un amigo de la infancia , que acaba de dejar esta vida?
.
RESPUESTA:
Hay en la vida situaciones muy difíciles de sobrellevar, de entender. ¿Cómo se puede hacer? Así yo pensaba: me apenaré, llevare flores, puede ser. Pero algo me dice que debo actuar diferente y, es que la muerte no me puede arrebatar alguien así, tan especial.

Pero llegado el momento, tendrá que irse, seguirá su camino, es el destino de todos y por seguro también el mío. Y es allí entonces cuando comprendo ¿cómo enterrar a mi amigo muerto? No como un adiós sino como “ Hasta siempre”. ¡Hoy nadie ha muerto !

¡ Hoy nadie ha partido pues en la eternidad seguiremos caminando juntos !

Pintura y Escrito:

Oscar Basurto Carbonell